“Me dieron por muerta en un incendio, pero fui secuestrada y criada a 20 km de mi hogar”

La vida de Delimar Vera cambió drásticamente la noche del 15 de diciembre de 1997, cuando un incendio en su casa en Filadelfia fue dado como responsable de su supuesta muerte. Con solo 10 días de nacida, las autoridades declararon que su cuerpo había sido “completamente consumido por el fuego”. Pero, en realidad, Delimar fue secuestrada y criada a solo 20 kilómetros de distancia, en un caso que dejó perpleja a su familia y sacudió a dos hogares.

Un secuestro disfrazado de tragedia
El incendio se desató poco después de que Carolyn, una pariente lejana, visitara a la familia de Delimar. Luz, su madre, notó detalles extraños esa noche: la ventana del dormitorio abierta en pleno invierno y su bebé fuera de su cuna habitual. Cuando el fuego se extinguió, los bomberos le entregaron un pedazo de colchón como los supuestos “restos” de Delimar, sellando el dolor de la pérdida.

Sin embargo, años después, en una fiesta familiar, Luz vio a una niña con los mismos hoyuelos que recordaba en su hija desaparecida. Desesperada, arrancó un mechón de cabello de la niña para pruebas de ADN. Los resultados confirmaron que la pequeña, registrada como Aaliyah Hernández, era en realidad Delimar Vera. Carolyn, que había fingido un embarazo para ocultar el secuestro, fue arrestada y condenada.

El impacto emocional de la verdad
El reencuentro no fue sencillo. Delimar, que había crecido creyendo que Carolyn era su madre, enfrentó una compleja transición. Aunque visitó a Carolyn en prisión, nunca recibió una disculpa. Hoy, Delimar sigue buscando respuestas sobre quién fue el cómplice que la sacó del incendio y la llevó a una nueva vida, una pregunta que permanece sin respuesta casi tres décadas después.

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