La tragedia volvió a golpear a Afganistán este lunes, cuando un sismo de magnitud 6,3 sacudió las provincias de Samangan y Balkh, dejando al menos 20 personas muertas y más de 380 heridas. El terremoto ocurrió a las 00:58 hora local y provocó severos daños en viviendas e infraestructuras, mientras los equipos de emergencia continúan las tareas de rescate entre los escombros.
El portavoz del Ministerio de Salud Pública, Sharafat Zaman Omarkhil, confirmó que las cifras son aún preliminares, ya que los rescatistas enfrentan dificultades para acceder a las zonas más afectadas. “Los equipos están trabajando intensamente para llegar a las áreas remotas y brindar atención médica a los heridos”, señaló el funcionario.
Según la agencia de noticias Bakhtar, socorristas del Ministerio de Defensa y brigadas de emergencia han sido desplegados para recuperar cuerpos y asistir a los damnificados. En muchas aldeas, los pobladores se encuentran sin electricidad ni agua potable, mientras continúan las réplicas sísmicas que mantienen en alerta a toda la región.
Este nuevo terremoto pone en evidencia una vez más la alta vulnerabilidad de Afganistán ante los desastres naturales. Apenas dos meses atrás, un devastador sismo en la provincia de Kunar dejó más de 2.200 muertos y 3.500 heridos, sumiendo al país en una crisis humanitaria de gran magnitud.
								
															






