El grupo «764» amenazó a la Universidad Católica Argentina (UCA) y a la Universidad Tres de Febrero.
Un enigmático número «764» apareció en las últimas semanas en una serie de amenazas de masacre dirigidas a la Universidad Católica Argentina (UCA) y a la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTreF), activando las alarmas de las divisiones antiterroristas de Argentina y la colaboración del FBI.
El autor de las amenazas se identifica como «militante de la red 764». Una fuente del caso indicó que «no hay evidencia de la existencia del grupo en Argentina», pero creen que los autores «pueden estar tratando de sumar puntos para poder integrarla». El «764» es un grupo satánico de extrema derecha fundado en 2020 por un adolescente estadounidense de 15 años, Bradley Cadenhead. El nombre provendría del código postal de su ciudad en Texas.
El FBI advirtió que el grupo está integrado por «depredadores cibernéticos» que operan en plataformas como Discord, Roblox y Telegram. Su método consiste en hacerse amigos de adolescentes vulnerables para luego coaccionarlos y manipularlos. Según el FBI y la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) de Reino Unido, el grupo convence a las víctimas de realizar actos sexuales, autolesionarse e incluso intentar suicidarse durante videollamadas en vivo, mientras sus miembros observan.
La red es descripta como una «secta neonazi satánica» que glorifica ataques como la masacre de Columbine e introduce a sus víctimas en ideologías extremas. «Buscan insensibilizar a los jóvenes ante la violencia», advirtió el Departamento de Justicia de Estados Unidos. En el Reino Unido, al menos cuatro adolescentes fueron arrestados en relación con el grupo. Uno de ellos, Cameron Finnigan, de 18 años, fue condenado a seis años de prisión. En los chats, Finnigan se jactaba de sus intentos «para lograr que los niños se hagan daño a sí mismos». En su dormitorio, la policía encontró pentagramas y esvásticas. El subdirector del FBI, David Scott, afirmó: «Vemos muchas cosas malas, pero esta es una de las cosas más inquietantes que estamos viendo».
“Buscan insensibilizar a los jóvenes ante la violencia y socavar las normas sociales al respecto. Normalizan la posesión, producción y difusión de material de abuso sexual infantil explícito y material violento para corromper y preparar a sus víctimas para futuros actos de violencia, ganar notoriedad entre otros miembros de la red y sembrar el terror con el fin de acelerar el caos bajo la ideología de 764, buscando la desestabilización social”, advirtió el Departamento de Justicia de Estados Unidos.







