Las festividades en honor a la Virgen del Valle culminaron con una jornada histórica en Catamarca, marcada por una multitudinaria procesión que congregó a más de 300.000 peregrinos, según datos oficiales. Se trata de la mayor movilización de fieles registrada hasta el momento en la provincia.
La jornada estuvo atravesada por profundas expresiones de fe, devoción y emoción, en las que miles de personas renovaron su amor hacia la Morena del Valle, elevando oraciones de agradecimiento y pedidos personales.
Previo a la procesión, se celebró la Misa Solemne, presidida por el obispo diocesano Mons. Luis Urbanc, en el atrio del Santuario Catedral, con la concelebración de sacerdotes de los decanatos Capital, Centro, Este y Oeste. El Paseo de la Fe fue uno de los puntos de mayor concentración de fieles.
Uno de los momentos más destacados fue la llegada de los Paracaidistas Militares del Ejército Argentino, quienes arribaron en peregrinación desde Córdoba, recorriendo 440 kilómetros en 38 horas sin detenerse, para rendir homenaje a la Virgen, Patrona de los Paracaidistas.
Durante la celebración se elevaron oraciones por la pronta liberación del gendarme Nahuel Gallo, detenido en Venezuela, por el paracaidista Federico García del Hoyo, quien sufrió un accidente, y por todos los peregrinos que arribaron desde distintos puntos del país.
En su homilía, Mons. Urbanc dio la bienvenida a los fieles y destacó que las fiestas se desarrollaron en el marco del Año Jubilar, invitando a los creyentes a vivir la fe como un camino de peregrinación hacia Dios. “Jesucristo no fue estático, sino un constante caminar con la humanidad”, expresó.
El obispo también remarcó el valor de la solidaridad de los catamarqueños, agradeciendo especialmente a quienes brindaron asistencia y contención a los peregrinos durante su estadía en la provincia.
En el último día de la novena, las familias rindieron su homenaje junto a la Pastoral Familiar, Movimiento Familiar Cristiano, Grávida, Renacer y Faviatca. Durante la misa, Mons. Urbanc reflexionó sobre el valor del matrimonio y la familia como iglesia doméstica, destacando la caridad conyugal y la importancia del compromiso mutuo.
Las fiestas marianas volvieron así a consolidarse como uno de los acontecimientos religiosos más importantes del país, reflejando la profunda identidad espiritual y cultural de Catamarca.







