Un insólito episodio sacudió a una prisión en Costa Rica, donde un gato fue interceptado mientras transportaba droga destinada a los reclusos. El felino, que rápidamente fue apodado en redes sociales como “El Narco Michi”, llevaba dos paquetes con marihuana y pasta base adheridos a su cuerpo con cinta industrial.
El hallazgo ocurrió cuando guardias del centro penitenciario notaron un bulto sospechoso en el animal, que deambulaba cerca del recinto. Al atraparlo, descubrieron la inusual “carga” que intentaba ingresar al penal.
Tras su captura, el gato fue entregado a sanidad animal y, según informaron las autoridades, se encuentra en buen estado de salud. El caso generó revuelo y comentarios en redes sociales, que no tardaron en viralizar la historia del curioso mensajero.
Este episodio revela el nivel de creatividad —y desesperación— de quienes buscan burlar la seguridad carcelaria para introducir sustancias prohibidas. Mientras tanto, “El Narco Michi” se convirtió en protagonista involuntario de una historia tan llamativa como preocupante.
