Este episodio en el fútbol infantil de Rosario ha generado un gran debate. La decisión de Newell’s Old Boys de sancionar a los niños por tomarse una foto con un jugador de Rosario Central pone en evidencia la intensidad de la histórica rivalidad entre los dos clubes, incluso en categorías juveniles.
El castigo de tres meses de inactividad y la pérdida de la beca han sido criticados en redes sociales y por algunos sectores del fútbol, que consideran la medida demasiado estricta para niños tan pequeños. Por otro lado, el club argumenta que la sanción busca reforzar la identidad y respeto por la camiseta.
Es un tema que toca fibras sensibles: ¿Hasta qué punto debería llegar la pasión por el fútbol en estas categorías? ¿Es justo que los niños sean los afectados por decisiones relacionadas con rivalidades deportivas de adultos? Sin duda, este caso seguirá dando de qué hablar.
Este caso sigue generando un gran impacto en el fútbol rosarino. Según Ignacio Astore, presidente de Newell’s, la decisión de suspender a los niños fue consensuada con los padres, quienes expresaron angustia y miedo ante la repercusión que tuvo la foto con Malcorra. El dirigente menciona que algunos padres recibieron amenazas y que se acordó revisar la situación en 40 días.
El hecho de que la rivalidad entre clubes alcance a menores de edad pone sobre la mesa preguntas importantes sobre los límites de la pasión futbolística y el bienestar de los chicos. ¿Debe el fútbol infantil estar marcado por las mismas tensiones que el profesionalismo? La controversia sigue abierta, y sin duda será un tema de discusión en los próximos días.
