Luis Campos, enfermero con más de 20 años de trayectoria en el Hospital Garrahan y delegado de ATE, advirtió sobre la crítica situación que atraviesa el principal centro pediátrico del país. En diálogo con Radio El Esquiú 95.3, expresó la creciente preocupación del personal por los bajos salarios, la falta de respuestas del Gobierno nacional y el riesgo de un eventual proceso de privatización del sistema de salud.
“El Gobierno no ofreció ninguna mejora salarial. Un enfermero que recién ingresa cobra 850 mil pesos, los administrativos no llegan a 700 mil, y los operarios apenas alcanzan los 600 mil”, señaló. En cuanto a los médicos de planta, indicó que un profesional con guardias puede llegar a 1,6 millones de pesos mensuales, aunque remarcó que la escala salarial está “muy achatada”.
El reclamo central de los trabajadores apunta a una recomposición que permita alcanzar el valor de la canasta familiar, estimado en 1,8 millones de pesos. “Muchos compañeros renuncian para hacer otros trabajos porque el sueldo no alcanza”, advirtió Campos, quien también remarcó que el deterioro de los ingresos afecta la dotación del hospital y pone en riesgo la atención.
En ese marco, se han convocado paros progresivos y se aguarda una nueva instancia de negociación, aunque predomina el escepticismo. “Vemos que no va a haber un ofrecimiento acorde a lo que estamos pidiendo”, manifestó.
Campos subrayó además el papel fundamental del Garrahan en el sistema público: “Muchos no tienen obra social, entonces necesitan de la salud pública. El hospital tiene más de 600 camas, 160 de terapia intensiva y más de mil consultas diarias. Nos encariñamos con nuestros pacientes”.
Finalmente, expresó un temor compartido por gran parte del personal: “Tenemos miedo de que se privatice la salud y que los niños del interior pierdan la posibilidad de atenderse en un hospital de excelencia”.