El federal se tiroteó con ladrones y quedó aprehendido por exceso de legítima defensa
Un nene de 7 años recibió un tiro en la cabeza y está internado grave en el Hospital de Niños de San Justo, tras quedar en medio de un enfrentamiento entre un policía y cuatro ladrones. El uniformado intentó defenderse de un robo y habría gatillado más de diez veces su arma, y uno de esos disparos habría alcanzado al niño. Producto de la balacera, mató a uno de los delincuentes e hirió a otros dos. Por el hecho, el efectivo Facundo Daniel Aguilar, de 21 años, quedo aprehendido por exceso de legítima defensa.
El hecho ocurrió esta madrugada, en la esquina de Crovara y Madrid, en Ciudad Evita, donde el efectivo fue sorprendido por cuatro ladrones que le apuntaron con un revolver para robarle la mochila. El agente, que estaba de franco, sacó su arma y comenzó un enfrentamiento.
Según la información oficial, el policía disparó al menos 10 veces. Una de esas habría impactado en la cabeza de Thiago, de 7 años, que estaba en la parada de colectivo con su papá.
«Fue una pesadilla», relató Fabián, el padre de Thiago ante la prensa, y contó cómo fue el momento del tiroteo en el que resultó herido su hijo: «Yo estaba esperando el colectivo con él. Primero escuché una explosión, pensé que era una moto y de repente empezaron a tirar cuatro tiros más. Ahí me di cuenta de que se estaban agarrando a tiros. Cuando quiero tirar al piso a Thiago, ya lo había herido una bala», relató.
«Empecé a gritar ¡Ayuda! ¡Por favor! Ahí pareció un hombre en un auto, nos levantó y nos llevó al hospital Ballestrini. Lo último que me dijo fue papá. Siento que fue una pesadilla», agregó, visiblemente conmocionado.
Consultado sobre cómo se encuentra el niño, Fabián contó: «Está grave, la está peleando. Vamos a esperar durante estas horas para ver cómo evoluciona. Yo solamente quiero que recen por él, que haya un milagro y que pueda estar con nosotros».
La causa quedó en manos de la UFI Temática Homicidio Departamental y el fiscal Diego Rulli, que ordenó el levantamiento de rastros en el lugar del hecho -se secuestró un revolver calibre 38 sin numeración, una bala deformada y una vaina servida- dispuso la aprehensión del efectivo Aguilar por el delito de exceso de legítima defensa.
La misma fue caratulada como «tentativa de robo por ser en el lugar poblado y en banda y por el empleo de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede darse por acreditado, sumado a homicidio y lesiones graves».
