El sueño internacional de Boca Juniors terminó en decepción. Tras dos prometedores encuentros ante Benfica (2-2) y Bayern Múnich (1-2), el equipo argentino no pudo superar a Auckland City en la última jornada del Grupo C del Mundial de Clubes, disputada en Nashville. El empate 1-1 con el conjunto neozelandés —de carácter semiprofesional— selló su temprana eliminación y generó una ola de críticas tanto en la prensa como entre los hinchas.

El tanto inicial llegó tras un desafortunado gol en contra de Nathan Garrow, pero el empate llegó de la mano de Christian Gray, quien no solo sorprendió por su calidad, sino también por su historia: se desempeña como docente escolar en su país y forma parte de un equipo cuya mayoría de jugadores tiene ocupaciones fuera del fútbol profesional.

Con este resultado, Boca culminó tercero del Grupo C con apenas dos puntos, detrás de Benfica (7) y Bayern Múnich (6), quienes avanzaron a la siguiente fase. El resultado no solo dejó fuera al conjunto de la Ribera, sino que también desató una tormenta de críticas por no estar a la altura de las expectativas frente a un rival de menor envergadura.