Estados Unidos intensifica su estrategia para contrarrestar la influencia china en América Latina, enfocándose en Argentina y la región antártica. Esta semana, el jefe del Comando Sur de EE. UU., almirante Alvin Holsey, realizó una visita de tres días a Argentina, incluyendo Buenos Aires y Ushuaia.
Allí, se reunió con el presidente Javier Milei y altos funcionarios para analizar el futuro desarrollo de una base naval integrada y un centro logístico antártico, proyectado con una inversión estimada de 360 millones de dólares. Milei promueve esta infraestructura como clave para posicionar a Argentina como puerta de entrada a la Antártida, respaldado por un alineamiento con Washington que comenzó con visitas oficiales desde el gobierno de Joe Biden. Estados Unidos busca así asegurar rutas marítimas estratégicas en la región sur, en paralelo con presiones similares en el Canal de Panamá. Sin embargo, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y sectores del peronismo han expresado su rechazo, acusando implicancias geopolíticas favorables a intereses británicos en el Atlántico Sur. Esta iniciativa refleja una competencia global por el dominio en zonas polares estratégicas