En agosto pueden formarse los primeros huracanes que impacten EEUU, advierten los científicos

Los meteorólogos señalan que la actividad ciclónica aumentará en las próximas semanas, por lo que exhortan a la población a revisar constantemente las alertas

La temporada de huracanes en el Atlántico ha mostrado hasta ahora un comportamiento poco destacado, pero varios indicadores apuntan a un posible incremento de la actividad en las próximas semanas, según USA TodayMeteorólogos advierten que el entorno tropical está tornándose más favorable para el desarrollo de tormentas, lo cual podría derivar en un agosto más activo de lo habitual.

El meteorólogo Phil Klotzbach, de la Universidad Estatal de Colorado, indicó que “el ambiente tropical debería volverse más propicio para la actividad de huracanes en el Atlántico en las próximas semanas”. Esta opinión coincide con la del experto en huracanes de WPLG-TVMichael Lowry, quien declaró que los modelos de pronóstico de largo plazo han pasado de prever una quincena tranquila a anticipar mayor actividad desde principios de agosto.

En lo que va de la temporada, se han registrado tres tormentas tropicales nombradas: AndreaBarry y Chantal, una cifra por encima del promedio para esta fecha, según Klotzbach. Sin embargo, la energía acumulada de ciclones, o ACE, se mantiene en valores bajos, hasta ahora el inicio más lento desde 2009 en lo que respecta a la intensidad y duración de las tormentas, de acuerdo con la NOAA. Entre los incidentes destacados, Chantal generó graves inundaciones en Carolina del Norte el 7 de julio.

El experto Michael Lowry señaló que agosto representa un punto de inflexión, ya que es el mes en el que tradicionalmente aumenta la actividad ciclónica en el Atlántico. Argumentó que “los huracanes no son comunes en junio y julio”, y que a partir de agosto las condiciones suelen favorecer la formación de tormentas intensas.

Por su parte, el científico Andy Hazelton, de la Universidad de Miami, explicó que para los últimos días de julio las perspectivas continúan siendo tranquilas debido a la presencia de aire seco y descendente, lo que dificulta la formación de tormentas. Sin embargo, anticipó que una nueva onda tropical proveniente de África podría tener alguna posibilidad de desarrollo en una semana cerca de las islas del Caribe.

En términos históricos, Klotzbach señaló que “la temporada suele estar tranquila hasta julio”, y que aproximadamente el 95% de la actividad ciclónica intensa y el 93% del ACE ocurren posteriormente. En promedio, el primer huracán se forma en el Atlántico alrededor del 11 de agosto.

Durante las primeras semanas de agosto las condiciones atmosféricas se volverán más favorables para la formación de tormentas, gracias al avance de una onda de la Oscilación Madden-Julian (MJO) sobre el Pacífico y el Atlántico. Este fenómeno favorece el ascenso del aire y reduce la cizalladura, elementos clave para el desarrollo ciclónico. Las previsiones meteorológicas indican un posible aumento en la actividad de tormentas en la segunda y tercera semana de agosto.

La Oscilación Madden-Julian es una perturbación que se desplaza de este a oeste y regresa a su punto de origen cada 30 a 60 días. Según el Centro de Predicción Climática, este fenómeno impacta la formación de ciclones en ambos hemisferios. Phil Klotzbach anticipa que la MJO tendrá un papel más activo en agosto, ya que las fases iniciales del fenómeno suelen asociarse con el aumento de tormentas, y los modelos recientes prevén su entrada en la fase 1 a finales de julio y principios de agosto.

Las temperaturas oceánicas han subido en la Región Principal de Desarrollo (MDR) del Atlántico, superando los promedios históricos y alcanzando la séptima cifra más alta desde 1981, de acuerdo con Michael Lowry. Al mismo tiempo, la franja de agua al norte de los trópicos presenta enfriamiento, lo que puede estimular aún más la formación ciclónica.

Por otro lado, el polvo del Sahara sigue en niveles mínimos, lo que puede favorecer la actividad de huracanes, aunque en la última semana se observó un leve aumento. Paralelamente, el Anticiclón de las Bermudas continúa arrastrando aire seco al Atlántico, condición que limita la formación de tormentas, pero este patrón podría cambiar a mitad de mes.

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