El Gran Premio de Italia comenzó con sensaciones encontradas para Franco Colapinto. El piloto argentino de Alpine finalizó último en la segunda práctica libre (FP2), a 1.686 segundos del líder Lando Norris (McLaren), en una jornada marcada por las dificultades técnicas del A525 y la falta de ritmo competitivo.
Un viernes cuesta arriba
Colapinto no participó en la FP1, ya que su monoplaza fue cedido al piloto reserva Paul Aron, cumpliendo con la normativa de la FIA. Aron también tuvo problemas y terminó último tras un trompo. En la FP2, Colapinto registró un tiempo de 1:21.554, quedando detrás de su compañero Pierre Gasly por 0.462 segundos.

El argentino fue claro en su análisis:
“Nos está costando mucho en las rectas. Sabíamos que iba a ser difícil, pero no esperábamos tanta inestabilidad. Hay que entender por qué tenemos tan poco agarre atrás y por qué sobrecalentamos tanto las gomas. Estamos muy lejos”.
También reconoció que el auto no se sintió bien:
“Tratamos de girar con más gasolina, más pesados, pero nos costó mucho. Fue un día difícil, aunque era de esperar. Hay que buscar el camino”.
Camino a la clasificación
Este sábado, Colapinto tendrá una nueva oportunidad de ajustar el rendimiento en la FP3 (7:30 a 8:30 hora argentina), antes de enfrentar la clasificación a las 11:00. El domingo, la carrera principal se largará a las 10:00, en el mítico Autódromo Nacional de Monza.
Un año desde su debut
El GP de Italia marca un aniversario especial para Colapinto: hace exactamente un año debutó en la Fórmula 1 con Williams, logrando un destacado 12° puesto. Hoy, con Alpine, busca consolidarse en la categoría, aunque las críticas no han faltado. Flavio Briatore, figura influyente en el paddock, comentó que “quizás necesitaba un año más”.
¿Podrá revertir el rumbo?
Tras un prometedor 11° lugar en Zandvoort, Colapinto llega a Monza con la esperanza de sumar sus primeros puntos en la temporada. El desafío es grande, pero el argentino ya demostró que sabe pelear en escenarios adversos.