Alerta sanitaria: recomiendan extremar precauciones ante el avance de la fiebre amarilla en la región

El médico infectólogo Hugo Pizzi advirtió sobre el incremento de casos de fiebre amarilla en varios países de Sudamérica y brindó una serie de recomendaciones para quienes planeen viajar a zonas consideradas de riesgo. La enfermedad, catalogada como de alto impacto y amenaza internacional, representa un riesgo creciente para la salud pública regional.

Ante esta situación, el Gobierno argentino reforzó los controles epidemiológicos y la vigilancia activa de primates y mosquitos, en coordinación con los servicios sanitarios provinciales y los laboratorios de la Red Nacional de Diagnóstico. Estos organismos se encargan tanto de la detección molecular del virus como del seguimiento de los posibles efectos adversos asociados a la vacunación.

“En el último año aumentaron los casos, especialmente en Brasil, Perú, Paraguay y Bolivia. Como compartimos frontera con algunos de estos países, debemos mantener una alerta epidemiológica constante”, señaló Pizzi. El especialista explicó que este repunte está vinculado a factores ambientales y humanos, como la deforestación y el calentamiento global.

“La pérdida de bosques y el ascenso del mosquito Aedes aegypti —transmisor del dengue y de otras enfermedades— hacia zonas montañosas favorecen la expansión del virus”, detalló. Además, recordó que la fiebre amarilla es una enfermedad conocida desde el siglo XIX y que su vacuna fue desarrollada en 1937 por el médico sudafricano Max Theiler.

Pizzi remarcó la importancia de la vacunación para quienes residan o viajen a zonas de riesgo, especialmente en provincias fronterizas como Salta, Jujuy, Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco. “Si alguien viaja a Brasil o Perú debe tener la vacuna contra la fiebre amarilla y también la del dengue”, advirtió, y recordó que el acceso gratuito a la vacuna en Argentina se limita a las zonas de frontera.

El infectólogo explicó que la enfermedad puede comenzar con fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y molestias musculares, y en algunos casos derivar en cuadros graves que afectan los órganos internos. “Cuando llega a ese punto, revertir el daño es muy difícil”, advirtió.

Finalmente, Pizzi insistió en la necesidad de prevenir picaduras de mosquitos y cumplir con las vacunas obligatorias antes de emprender viajes a países donde circula el virus, subrayando que la prevención sigue siendo la herramienta más eficaz para evitar contagios.

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