Tras meses de negociaciones y especulaciones, finalmente se definió uno de los encuentros más esperados del calendario internacional. La Finalissima entre la Selección Argentina y España, enfrentando a los campeones de la Copa América y de la Eurocopa, se disputará en la tercera semana de marzo de 2026, entre los días 17 y 25, en lo que será una verdadera fiesta del fútbol mundial justo antes del inicio del Mundial que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá.
Un acuerdo de alto nivel en el Congreso de la FIFA
La concreción del evento llegó tras un acuerdo entre Claudio «Chiqui» Tapia (presidente de la AFA) y Rafael Louzán (titular de la RFEF), quienes se reunieron durante el 75° Congreso de la FIFA realizado en Asunción en mayo. Fue en ese ámbito donde se dio el puntapié inicial de las conversaciones que finalmente llegaron a buen puerto en las últimas horas.
Sede a definir con ofertas millonarias desde Asia
Aunque la fecha está cerrada, la sede del partido aún no fue oficializada, y el panorama presenta alternativas con peso propio. En un principio se pensó en Estados Unidos, como antesala perfecta del Mundial, pero en escena aparecieron propuestas desde Qatar y Arabia Saudita, quienes buscan llevar el espectáculo a suelo asiático. Ambas naciones hicieron ofrecimientos millonarios y cuentan con infraestructura de primer nivel, lo que eleva sus posibilidades como anfitriones.
España, entre la clasificación y el repechaje
La realización del encuentro aún depende de un factor clave: que España logre clasificar directamente al Mundial, evitando el repechaje. El seleccionado ibérico integra un grupo junto a Turquía, Georgia y Bulgaria, y si termina en el segundo puesto, deberá disputar el repechaje justamente en las fechas pactadas para la Finalissima. En ese escenario, el partido podría verse afectado o reprogramado, algo que ninguna de las dos selecciones desea debido a la cercanía con el Mundial.
Posible duelo Messi vs Yamal
Un condimento extra para el choque es la posibilidad de ver por primera vez en cancha a Lionel Messi y a la joven figura Lamine Yamal, el talentoso extremo español que ya deslumbra en Europa. Sería un cruce generacional único entre dos de los nombres más resonantes del planeta fútbol.
Un evento con tintes épicos, cargado de historia, talento y proyección mundial.
