Después de cuatro largos meses sin conocer la victoria, Boca Juniors volvió a respirar con una contundente actuación en Mendoza. El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo se impuso por 3 a 0 ante Independiente Rivadavia por la fecha 5 del Torneo Clausura, logrando así su primer triunfo en lo que va del campeonato y poniendo fin a una de las peores rachas de su historia.
Fin de una sequía preocupante
- Boca no ganaba desde el 19 de abril, cuando venció 2-0 a Estudiantes en la Bombonera por la fase regular del Torneo Apertura.
- Desde entonces, acumuló doce partidos sin festejos, una marca inédita en la historia del club.
- Miguel Ángel Russo, en su tercer ciclo como entrenador, había dirigido ocho encuentros sin poder sumar de a tres.

Los goles del desahogo
La victoria en Mendoza se construyó con goles de:
- Centurión (en contra), arquero de Independiente Rivadavia, que abrió el marcador con una desafortunada jugada.
- Exequiel Zeballos, que volvió a mostrar su desequilibrio y potencia ofensiva.
- Alan Velasco, quien selló el resultado con una definición precisa que desató el festejo xeneize.
Impacto en la tabla y en el ánimo
- Con este triunfo, Boca se metió nuevamente en zona de clasificación directa a la próxima edición de la Copa Libertadores, certamen que no disputa desde 2023, cuando alcanzó la final.
- El resultado no solo mejora su posición en el Clausura, sino que también representa un alivio emocional para el plantel y cuerpo técnico, que venían siendo cuestionados por la falta de resultados.
Russo respira, Boca se ilusiona
La victoria en Mendoza podría marcar un punto de inflexión en el ciclo de Russo, que hasta ahora no había logrado encaminar al equipo. El DT, que supo conquistar títulos en sus etapas anteriores, busca recuperar la identidad futbolística de Boca y volver a posicionarlo como protagonista.
Conclusión
Boca volvió a ganar y lo hizo con autoridad. Más allá del rival y el contexto, el triunfo representa mucho más que tres puntos: es el fin de una pesadilla estadística, el inicio de una posible recuperación futbolística y el reencuentro con la confianza. El Xeneize respira, y sus hinchas vuelven a ilusionarse.