En septiembre de 1967, Boca Juniors protagonizó uno de los gestos más singulares y generosos del deporte argentino: la donación de una escuela a cada provincia del país. Bajo la presidencia de Alberto José Armando, el club lanzó el programa “Armando Escuelas”, una iniciativa que buscaba retribuir el apoyo popular con una apuesta federal por la educación.
Armando, conocido por sus ideas revolucionarias —como los Torneos de Verano y la Ciudad Deportiva— impulsó este proyecto en tiempos de bonanza económica para el club. La inversión fue de 2.500.000 pesos de la época, equivalentes a unos 150 mil millones actuales. Las escuelas, construidas en chapa y madera, tenían forma hexagonal y estaban pintadas de azul y oro, evocando el espíritu xeneize.
Aunque algunas de estas instituciones ya no existen, otras siguen en pie y funcionando, como el Jardín de Infantes Nº1 “La Calesita Encantada” en Río Grande, Tierra del Fuego, y la Escuela Nº203 Tiburcio Díaz en Simoca, Tucumán. En total, 15 escuelas sobreviven, y cinco aún conservan su estructura original.

Aquí algunas de las que siguen activas:
Provincia | Escuela | Estructura original |
---|---|---|
Tucumán | Escuela Nº203 Tiburcio Díaz | No |
Salta | Escuela Nº4102 Carmen Salas | Sí |
Entre Ríos | Escuela Nº48 Ricardo Guiraldes | Sí |
La Rioja | Escuela Nº300 Maestro Alilo Núñez | Sí |
Misiones | Escuela Nº258 Campos Ramón | Sí |
Tierra del Fuego | Jardín de Infantes Nº1 La Calesita Encantada | No |
Santa Fe | Escuela Nº230 José Pedroni | Sí |
Chaco | Escuela Nº848 Luis Piedrabuena | No |
Neuquén | Escuela Nº255 Américo Verdenelli | No |
Mendoza | Jardín de Infantes Nº154 | No |
San Juan | Escuela Rabindranath Tagore | No |
Santa Cruz | Escuela Primaria Provincial Nº38 Gral. San Martín | No |
Catamarca | Escuela de adultos Nº25 | No |
Chubut | Escuela Nº48/139 Valle de los Inmigrantes | No |
Formosa | Escuela Nº167 José Ignacio Fernández Maradona | No (ya no existe) |
Curiosamente, los niños bautizaron estas escuelas como “calesitas” por su forma, sin saber que había otras similares en el país. Hoy, algunas de ellas han cambiado de colores y funciones, pero el legado de Boca sigue latente.
Este episodio demuestra que el fútbol puede ser mucho más que pasión y competencia: también puede ser herramienta de transformación social. Una historia que merece ser contada cada Día del Maestro… y cada vez que se hable de clubes que hacen historia dentro y fuera de la cancha.