El falso abogado Marcelo D’Alessio optó por no pronunciar sus últimas palabras en el juicio por extorsión

El Tribunal Oral en lo Federal 8 de la ciudad de Buenos Aires entró hoy en la etapa final del juicio de manera previa al veredicto

El detenido falso abogado Marcelo D’Alessio optó por no pronunciar últimas palabras en el juicio que se le sigue por asociación ilícita y extorsión, y que entró hoy en la etapa final de manera previa al veredicto ante el Tribunal Oral en lo Federal 8 de la ciudad de Buenos Aires.

Desde la cárcel de Ezeiza donde está detenido y por videoconferencia, D’Alessio sostuvo no tener «nada que agregar» al ser consultado sobre el derecho a hacer uso de sus últimas palabras en la audiencia de este martes.

El juicio entró así en la etapa final y una vez que los nueve acusados hayan pasado por esta instancia se pondrá fecha al veredicto en el debate donde el falso abogado enfrenta un pedido de 15 años de cárcel por parte del fiscal de juicio Marcelo Colombo.

El Tribunal decidió que en esta audiencia dijeran sus últimas palabras D’Alessio y otros dos acusados, Aldo Sánchez y el financista Marcelo Patricio González Carthy de Gorriti, quien sí habló ante los jueces para rechazar la acusación y lamentarse del «infierno que consumió seis años» de su vida.

La acusación «destruyó mi trabajo, mi salud por completo, acaricié hasta diría la muerte varias veces», se lamentó De Gorriti.

D’ Alessio está acusado por «asociación ilícita, espionaje ilegal y extorsión» y el debate comenzó en septiembre de 2023 en los tribunales federales de Retiro.

El falso abogado está procesado con prisión preventiva acusado de extorsionar a diferentes víctimas a las que amenazaba con quedar involucradas en resonantes causas judiciales salvo que le pagaran y, para ello, alardeaba de sus vínculos en la Justicia, fuerzas de seguridad y como supuesto consultor en temas de narcotráfico y seguridad.

El fiscal recordó en el alegato que, para ello, frecuentaba canales de televisión abierta, daba notas en medios periodísticos y creó «un capital mediático que tuvo mucho valor a la hora de las amenazas».

En la causa se demostró que se presentaba como abogado sin serlo, «ponía una parafernalia en escena para generar temor» y se mostraba en fotografías con diferente armamento.

La fiscalía repasó diferentes hechos de espionaje ilegal por los que llegó a juicio y remarcó que la prueba obtenida de su teléfono celular no fue adulterada, como demostraron los peritajes.

Las víctimas de las extorsiones «eran abordadas por la organización y quienes se presentaban como abogados, economistas, floridamente presentados en los programas de televisión de aire más vistos», remarcó donde D´Alessio hablaba en 2018 de su rol «en la lucha contra el narcotráfico, por ejemplo».

D´Alessio está preso desde el 15 de febrero de 2019 en esta causa en la que se lo juzga por el intento de extorsión al empresario Pedro Etchebest y otros casos y ya está condenado a cuatro años de cárcel por lo ocurrido a otra victima, Gabriel Traficante, que se juzgó de manera separada.

Las juezas Gabriela López Iñiguez y Sabrina Namer y el juez Nicolás Toselli dieron inicio a la etapa final con las últimas palabras de los acusados.

El caso

Marcelo D’Alessio está acusado de haber extorsionado a varias personas -principalmente empresarios- mediante maniobras de espionaje ilegal. Para lograrlo habría amenazado con tener influencia judicial y mediática necesaria como para “armar una causa”, además de conexiones con el mundo del espionaje y organismos como la DEA estadounidense.

Lo detuvieron el 15 de febrero de 2019 en un barrio privado de Canning, a partir de la denuncia del empresario Pedro Etchebest, uno de los querellantes que tiene la causa. En este caso D’Alessio le habría exigido 300.000 dólares a la víctima.

Por todos los episodios que se investigaron en este expediente, el Ministerio Público Fiscal pidió 15 años de prisión para el falso abogado. Cabe destacar que ya tiene una condena de cuatro años por el intento de extorsión -bajo la misma metodología- al despachante de Aduanas, Gabriel Traficante, para no involucrarlo en la llamada “mafia de los contenedores”. Ambos eran vecinos del country Saint Thomas.

Durante el desarrollo de la segunda causa en contra de D’Alessio, dos de los 11 procesados que tenía el expediente se suicidaron.

El primero fue Carlos Liñani, quien era señalado como parte de la asociación ilícita y por la presunta extorsión a Pablo Erasmo Barreiro, ex secretario de Cristina Kirchner, y otros tres empresarios. Lo encontraron sin vida en su departamento de Soler al 6000, en el barrio porteño de Palermo.

Eduardo «Chispa» Menchi fue el segundo acusado que no llegó al juicio. Para la Justicia era “el custodio” de D’Alessio. Se disparó en la cabeza en el baño de su casa, a metros de en la esquina de Gallo y Tagle, también en la Ciudad de Buenos Aires.

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