Durante la audiencia general en la Plaza San Pedro, el papa León XIV hizo un enérgico llamado a la paz y al respeto por el derecho humanitario. “Que se liberen a todos los rehenes”, clamó el pontífice, en referencia a los conflictos en Ucrania y Gaza, donde miles de personas continúan atrapadas en medio de la violencia.
El líder de la Iglesia Católica lamentó profundamente la muerte de civiles —especialmente niños— y condenó los ataques contra infraestructuras y poblaciones no combatientes en Ucrania, como consecuencia de la invasión rusa. También pidió respaldar “toda iniciativa de diálogo y de paz”.
“Aseguro mi cercanía y mi oración por todas las víctimas, especialmente por los niños y las familias. Hago un fuerte llamamiento para parar la guerra y para apoyar toda iniciativa de diálogo y de paz”, expresó el papa. Asimismo, instó a todos los creyentes a unirse en oración por la paz, no solo en Ucrania y Gaza, sino “en todos los lugares donde la gente sufre la guerra”.
Por su parte, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, se refirió al ofrecimiento de El Vaticano como posible sede de negociaciones entre Ucrania y Rusia. Aclaró que no se trató de una mediación formal, ya que esta debe ser solicitada por ambas partes, sino de una “oferta de disponibilidad para acoger una posible reunión”.