Para concientizar sobre las consecuencias de estos siniestros, el director de la Brigada de Lucha contra los Incendios Forestales, Damián López, informó que en lo que va del año ya se realizaron más de 60 intervenciones.
Un incendio forestal es un fuego que se propaga libremente, sin control humano, con consecuencias dañinas para la vegetación y gran capacidad de expandirse rápidamente, incluso cambiando de dirección o superando obstáculos como rutas y ríos. Estos eventos representan un fuerte riesgo para la vida, el ambiente y la propiedad, siendo más frecuentes en los meses de altas temperaturas.
Prevención y trabajo de concientización
López explicó que la brigada divide el año en temporada baja (enero a junio) y temporada alta (junio a diciembre). En la primera, aprovechan la menor cantidad de incendios para realizar capacitaciones y campañas de concientización.
“Al día de la fecha llevamos 60 intervenciones en lo que es tema de incendios forestales, el único incendio de grandes magnitudes fue en Rincón, en el cerro El Manchao. Venimos trabajando fuertemente en prevención. El año pasado tuvimos resultados positivos, con la superficie afectada más baja de los últimos 10 años”, destacó.
Condiciones climáticas y desafíos
Consultado sobre el impacto de los vientos, señaló que el cambio climático ha generado incendios de comportamientos “más agresivos y de larga duración”, especialmente en contextos de escasas lluvias y fuertes vientos característicos de la provincia. Aun así, explicó que las zonas serranas ofrecen mayores probabilidades de lluvias, lo que en ocasiones facilita la contención del fuego.
Capacitaciones y recursos humanos
El funcionario detalló que durante todo el año llevan adelante un cronograma de capacitaciones en escuelas, enfocándose en los niveles iniciales, lo que ha permitido que los niños transmitan la importancia de la prevención en sus hogares. Además, se realizan charlas comunitarias y campañas a través de los medios de comunicación.
Finalmente, López precisó que la brigada cuenta con 48 integrantes, de los cuales 26 están dedicados al ataque directo del fuego, organizados en tres guardias rotativas para garantizar la respuesta inmediata en temporada alta. Cuando la magnitud de los incendios lo requiere, se coordinan acciones con otros organismos provinciales.