La Copa Sudamericana 2025 sumó un nuevo capítulo de vergüenza y dolor para el fútbol sudamericano. La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) resolvió eliminar a Independiente de Avellaneda de la competencia tras los graves incidentes ocurridos en el partido de vuelta frente a Universidad de Chile, y otorgó la clasificación al conjunto chileno, que enfrentará a Alianza Lima en los cuartos de final, en un duelo que se jugará a puertas cerradas en el estadio de Coquimbo.
El partido que nunca terminó
El encuentro, disputado en el estadio Libertadores de América, fue suspendido al inicio del segundo tiempo cuando el marcador estaba igualado 1-1, resultado que favorecía a Universidad de Chile por su victoria 1-0 en la ida. Lo que debía ser una fiesta deportiva se convirtió en un escenario de violencia, con enfrentamientos entre hinchas, destrozos en las instalaciones y agresiones que pusieron en riesgo la integridad de los presentes.
Según el comunicado oficial de Conmebol, la decisión de descalificar a Independiente se basó en la gravedad de los hechos, que incluyeron ataques entre barras, objetos arrojados desde las tribunas y una evidente falta de garantías por parte del club anfitrión. La resolución también impuso sanciones económicas y disciplinarias a ambos equipos.
Las sanciones de Conmebol
- Independiente:
- Eliminado de la Copa Sudamericana.
- Multa de 250 mil dólares.
- Prohibición de público en 7 partidos como local en torneos Conmebol.
- Prohibición de llevar hinchas en 7 partidos como visitante.
- Obligación de participar en campañas contra el racismo, la discriminación y la violencia.
- Universidad de Chile:
- Clasificado a cuartos de final.
- Multa de 270 mil dólares.
- Mismas restricciones de público que Independiente.
- También deberá participar en campañas sociales.
Ambos clubes realizaron sus respectivos descargos ante el Tribunal de Disciplina, que sesionó sin representantes argentino ni chileno para evitar conflictos de interés. La audiencia fue tensa, con posturas firmes de ambas partes, pero finalmente la Conmebol ratificó su fallo.
Reacciones cruzadas
La primera reacción de Independiente fue contundente: “Perdió el fútbol, ganaron los violentos”, publicó el club en sus redes sociales junto a una imagen de una campera manchada de sangre y el escudo del Rojo. El presidente Néstor Grindetti expresó su indignación y aseguró que el club argentino debía ser el que avanzara, responsabilizando a la parcialidad chilena por iniciar los disturbios. Incluso se barajó la posibilidad de continuar el partido en una sede neutral, propuesta que fue desestimada.
Por su parte, el presidente de Universidad de Chile, Michael Clark, celebró la clasificación pero criticó duramente la sanción que les impide contar con público en los próximos siete partidos como local. “Sentimos que darnos por ganadores es lo que correspondía luego de que el partido no pudo terminar por una barbaridad donde, de milagro, no hubo muertos”, afirmó en un video institucional. Clark responsabilizó a Independiente por la falta de organización y garantías, aunque evitó referirse directamente a los actos violentos protagonizados por hinchas de la U.
¿Y ahora qué?
Independiente no descarta apelar el fallo ante la propia Conmebol o incluso recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Según fuentes cercanas a la dirigencia, el objetivo no sería revertir la eliminación deportiva, sino reducir las sanciones económicas y las restricciones de público, consideradas excesivas por el club. Se espera una reunión clave con los abogados en las próximas horas para definir los pasos a seguir.
Mientras tanto, Universidad de Chile deberá preparar su duelo ante Alianza Lima en un contexto atípico, sin el aliento de su gente y con la presión de demostrar que su clasificación no fue solo producto de un fallo administrativo, sino también de méritos deportivos.