El Aula Magna “Federico Emiliano Pais” de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) fue testigo de la emoción y entusiasmo con la que recibieron sus diplomas estudiantes de distintas carreras de pregrado y grado que se dictan en la Facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas. La ceremonia estuvo presidida por el rector de la casa de altos estudios, Oscar Arellano, acompañado por el decano de la citada unidad académica, Carlos Savio.
“Hay 75 historias, en este auditorio, no fue un viaje fácil el que emprendimos. Llegamos con expectativas, dudas, entusiasmo y, sobre todo, con sueños”, manifestaron los flamantes egresados, Licenciada en Geología, Lucía Parache y el Ingeniero de Minas, Facundo Rivero, en un mensaje compartido.
Dijeron que “es cierto que la aspiración que nos trajo hasta acá fue individual y hoy, al recibir nuestros títulos, saldaremos esa cuenta con nosotros mismos, con nuestra propia historia personal”. “Pero también -agregaron-, se habrán saldado deudas que nos trascienden y queremos poner énfasis en esto porque algunos saldrán como primera generación de profesionales de sus familias y eso es una victoria doblemente ganada”.
Caracterizaron el ingreso a la universidad como “el inicio de un camino nuevo, desconocido, que nos exigía asumir responsabilidades y aprender a organizarnos. Los que nos acompañaron nos han visto enfrentando miedos, distancias, tristezas, dificultades económicas, de salud”. “Y cada uno de esos sacrificios se resignifica hoy en este encuentro para celebrar un triunfo”, recalcaron.
El valor de lo colectivo
Llegaron a este último día “con la satisfacción de haber alcanzado la meta, miramos hacia atrás y vemos el largo trayecto recorrido; todo ese esfuerzo dio sus frutos. No fue fácil, pero lo logramos”. Se van “agradecidos con nosotros mismos por permanecer, por el esfuerzo inmenso de alcanzar este sueño. Y nos iremos aún más agradecidos por el aporte de cada uno de ustedes para poder lograrlo”.
Sobre la UNCA destacaron que “nos abrazó largos años, no solo nos brindó conocimientos académicos y técnicos, sino que también nos ha mostrado el valor de algo mucho más fuerte: el valor de lo colectivo. Porque el saber no tiene sentido cuando no se puede compartir, cuando no puede usarse para servir a otros”.
“Lo que sigue es continuar aprendiendo, compartiendo y devolviéndole a nuestra comunidad, un desempeño sólido y responsable. Hoy más que nunca, se necesita de profesionales comprometidos con su entorno, con vocación transformadora, con capacidad para aportar soluciones reales a problemas concretos. Nos llevamos de este tiempo de estudiantes las herramientas necesarias para ello”, finalizaron.
Etapa valiosa
Savio, por su parte, dijo que “siempre es motivo de alegría que la entrega del diploma sea el feliz cierre de una etapa valiosa en sus vidas, porque han alcanzado con dedicación, esfuerzo y perseverancia, el objetivo propuesto”. Sostuvo que “en cada uno de los profesionales que reciben sus títulos está reflejado el trabajo y compromiso de las autoridades y los departamentos académicos para adecuar los planes de estudio a los estándares que se definen a nivel nacional para la mejora de la calidad de nuestros graduados, como también para el mejoramiento de los indicadores de gradualidad, generando muy buenos resultados”.
