Pastor Luna, reconocido compositor y acordeonista, falleció ayer los 72 años tras sufrir una descompensación. Considerado «El Rey del chamamé santiagueño», fue un referente indiscutido de este género tradicional.
Nacido en Añatuya, nunca se alejó de sus raíces ni de su estilo, llevando el chamamé santiagueño a bailantas, peñas, fortines y festivales de todo el país. Dejó un extenso legado musical y fundó un estilo propio que marcó a generaciones: el «chamamé estilo santiagueño».
Su partida deja un profundo dolor en el folclore del norte argentino.