La industria cárnica atraviesa uno de sus momentos más críticos. La disminución en la faena, la falta de hacienda y el encarecimiento de los servicios ponen en jaque a numerosos frigoríficos dedicados al consumo interno, que ya anticipan cierres temporales durante diciembre.
El panorama contrasta con el optimismo que meses atrás hablaba de un “renacer ganadero” y un fuerte impulso exportador. Sin embargo, la realidad muestra una cadena tensionada: oferta de animales en baja, menor actividad de matarifes y un mercado interno presionado por subas constantes en el precio de la carne.
Caída abrupta en la faena
Las últimas cifras del sector revelan un retroceso marcado. Los permisos de traslado de animales hacia frigoríficos registraron en noviembre una baja del 9% interanual, lo que evidencia una retracción sostenida en la actividad. La menor disponibilidad de novillos obliga a reducir ritmos de producción y a replantear la operatoria para las próximas semanas.
Frigoríficos frenan actividades en diciembre
Frente a este escenario, varias plantas anticiparon que suspenderán o disminuirán sus operaciones durante diciembre. Entre los motivos aparecen el faltante de hacienda, el incremento de costos —incluidos servicios y salarios— y un contexto de precios que vuelve inviable la actividad bajo los márgenes actuales.
Representantes del sector advierten que “la producción se vuelve insostenible” con el nivel actual de faena, lo que compromete la continuidad de numerosos establecimientos.
Impacto en los precios y el consumo
La reducción en la oferta ya repercute en el mostrador. En los últimos meses, el precio de la carne vacuna sumó aumentos cercanos al 15%, impulsados por la escasez y el incremento general de costos. Aun así, la demanda interna se mantiene firme, lo que lleva a algunos carniceros a absorber parte de los incrementos para evitar una caída más fuerte en las ventas.
Un rodeo estancado y sin señales de recuperación
El problema estructural se arrastra desde hace años: el stock ganadero nacional no muestra una recuperación sostenida. Con un rodeo prácticamente estancado, mantener altos niveles de faena se vuelve inviable, y la salida anticipada de animales jóvenes termina afectando la sustentabilidad del sistema.
El sector coincide en que la discusión excede lo coyuntural. La crisis actual obliga a pensar en un equilibrio entre producción, abastecimiento interno y viabilidad económica para los frigoríficos, en un contexto donde la carne sigue siendo un componente central de la canasta alimentaria de los argentinos.







