Un escalofriante episodio conmociona a la comunidad de Stathern, Leicestershire, en el centro de Inglaterra. Un hombre de 76 años, identificado como Jon Ruben, fue detenido y acusado de haber repartido caramelos con sedantes a un grupo de niños que participaban en un campamento de verano.
El hecho tuvo lugar en Stathern Lodge, un antiguo caserón rural reconvertido en centro de actividades deportivas y recreativas, ubicado a unos 200 kilómetros al norte de Londres. Según informaron las autoridades, ocho menores de entre 8 y 11 años y un adulto debieron ser hospitalizados de forma preventiva, luego de que varios de ellos presentaran sintomatología de intoxicación tras consumir las golosinas.
La policía fue alertada el domingo, cuando los niños comenzaron a sentirse mal. Afortunadamente, todos los afectados fueron dados de alta horas después, pero la situación generó un fuerte impacto entre las familias y la comunidad local.
El lunes, los agentes localizaron y detuvieron a Ruben en un bar cercano al predio donde se desarrollaba el campamento. Residente a unos 25 kilómetros del lugar, el hombre fue imputado por tres cargos de “agredir, maltratar, descuidar, abandonar o exponer a niños de manera que pueda causarles sufrimiento innecesario o daño a la salud”, en relación con tres de los menores afectados.
Este sábado, Ruben compareció ante el tribunal de magistrados de Leicester. Durante la audiencia, que fue breve, el acusado no realizó declaraciones ni solicitó la excarcelación. El tribunal resolvió que permanezca detenido hasta la próxima audiencia, prevista para el 19 de agosto.
