Un reciente estudio ha revelado un hallazgo sorprendente: consumir huevos semanalmente podría reducir casi a la mitad el riesgo de desarrollar Alzheimer. Este beneficio se atribuye principalmente a la colina, un nutriente esencial presente en la yema, que favorece la salud cerebral, mejora la comunicación entre las neuronas y ayuda a prevenir el deterioro cognitivo.
Además de la colina, los huevos contienen antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que protegen al cerebro del daño oxidativo y favorecen la memoria y la concentración. Incluir de manera moderada este alimento en la dieta no solo aporta proteínas de alta calidad, sino que también fortalece la función cerebral a largo plazo.
Cuidar la alimentación diaria es fundamental para prevenir enfermedades neurodegenerativas. Por ello, los huevos pueden convertirse en un aliado sencillo y accesible para mantener la mente activa y protegida.