Irán ejecutó en las últimas horas su ofensiva más intensa desde el inicio del conflicto con Israel, lanzando al menos 25 misiles balísticos contra distintos objetivos en el norte, centro y sur del país. Uno de los proyectiles causó daños en el hospital Soroka de Beersheva, aunque Teherán negó haberlo atacado directamente y aseguró que el blanco era una instalación militar cercana.
Videos difundidos en redes sociales mostraron columnas de humo y escenas de pánico en Tel Aviv y otras ciudades. Uno de los misiles impactó en el edificio de la Bolsa de Valores de Israel, generando graves daños estructurales. Fuentes médicas reportaron múltiples víctimas fatales y al menos 60 personas heridas en diferentes zonas afectadas por los bombardeos.
La agencia estatal iraní IRNA indicó que los ataques estaban dirigidos a una base militar con alta presencia de soldados y oficiales y que forman parte de una respuesta defensiva a las acciones del gobierno de Benjamin Netanyahu. Entre los objetivos específicos, mencionaron el cuartel general de telecomunicaciones C4I del Ejército israelí y una instalación del servicio de inteligencia, ambas ubicadas cerca del centro médico.
Respecto al impacto en el hospital Soroka, IRNA afirmó que no fue un objetivo deliberado y que los daños materiales se debieron a la proximidad con los blancos militares. En tanto, medios israelíes habían señalado inicialmente un impacto directo en el hospital, aunque esta versión no fue ratificada oficialmente por las autoridades.
El ataque marca un nuevo pico en la tensión regional y agrava el escenario bélico iniciado el 13 de junio. La comunidad internacional sigue con atención los acontecimientos, ante el riesgo de una escalada aún mayor del conflicto.
