En una reveladora entrevista con Mario Pergolini en el programa “Otro Día Perdido”, Eugenia “La China” Suárez sorprendió al contar, por primera vez, que estuvo a punto de casarse con Benjamín Vicuña. La actriz confirmó que el proyecto matrimonial estuvo mucho más avanzado de lo que se creía, pese a que ambos siempre lo negaron públicamente.
“Me estuve a punto de casar, salón reservado, catering, todo”, confesó la actriz sin rodeos, dejando atónito al conductor. Ante la pregunta de Pergolini sobre si ya estaba todo pago, la China aclaró que, si bien no habían llegado al desembolso final, el operativo nupcial estaba totalmente encaminado: fechas tentativas, preparativos definidos y un plan ya en marcha.

La actriz reveló el origen de ese pensamiento: la separación inesperada de sus padres cuando tenía apenas 11 años. “Nunca los vi pelear y de un día para el otro se separaron”, recordó. Ese quiebre, silencioso pero abrupto, terminó marcando su mirada sobre los vínculos afectivos y la estabilidad matrimonial.
La confesión puso en evidencia que el casamiento era un hecho inminente… hasta que dejó de serlo. Suárez explicó que su relación con la idea del matrimonio siempre fue ambivalente. Si bien desde joven soñaba con ser madre, el casamiento le generaba dudas profundas: “¿Para qué nos vamos a casar si nos vamos a divorciar?”, era una frase que repetía con naturalidad a sus parejas.
Durante la entrevista, Suárez también hizo una autocrítica sobre su propia historia sentimental: “Tuve muy poca tolerancia, no me enorgullezco para nada”. Y reconoció que, aunque admira las parejas que logran sostener relaciones de décadas, siente que ese modelo nunca fue para ella: “Me encanta escuchar historias de 30 o 40 años juntos, pero siento que no me hubiese pasado”.
Así, entre recuerdos, heridas familiares y reflexiones personales, la actriz dejó claro que aquel casamiento jamás se frustró por una decisión unilateral ni por un plantón. Más bien, fue una certeza íntima: ni el vestido, ni el salón, ni el catering podían sostener una unión que, para ella, no tenía futuro.







