La Facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) continúa consolidando su política de extensión y vinculación institucional al formalizar un acuerdo de cooperación con la Asociación de Padres y Amigos del Niño Especial (APANE), una entidad referente en educación especial dentro de la provincia.
El convenio marco fue firmado recientemente por la decana de la Facultad, Mgter. Natalia Fernández, junto a la directora y representante legal de APANE, profesoras Mariela Danisa Albarrán y Laura Virginia Güemes, respectivamente. Ambas partes acordaron establecer lazos de colaboración recíproca para desarrollar actividades de interés común, brindar asesoramiento técnico y promover proyectos conjuntos que fortalezcan la inclusión y la formación profesional.

El acuerdo contempla además el aporte de recursos humanos, tecnológicos y de infraestructura por parte de ambas instituciones, de acuerdo con sus posibilidades. Las acciones derivadas del convenio marco se detallarán en actas específicas o convenios complementarios que se suscriban en adelante.
Durante el acto, también se firmó un convenio específico que permitirá al estudiante Alejandro Cristian Chumbita, de la Tecnicatura Universitaria en Gestión de Riesgo, Higiene y Seguridad en el Trabajo, realizar su Práctica Profesional Supervisada (PPS) en el Instituto Privado APANE. Esta experiencia tiene como fin fortalecer sus competencias profesionales y facilitar su inserción en el ámbito laboral.
“Construir sociedades justas y equitativas”
Al finalizar la ceremonia, la decana Natalia Fernández destacó el valor del acuerdo: “Estamos muy felices por lo que significa APANE para la comunidad catamarqueña y para la educación especial en la provincia. Vamos a hacer mucho con ellos, seguramente”. Además, resaltó el trabajo comprometido que realiza la institución “promoviendo la inclusión, la igualdad de oportunidades y el desarrollo integral de las personas con discapacidad”.
En ese sentido, Fernández subrayó que la educación inclusiva “no solo beneficia a los estudiantes con discapacidad, sino que también enriquece el entorno educativo al fomentar la empatía y la diversidad”. Y agregó: “Una educación inclusiva y accesible es fundamental para construir sociedades justas y equitativas”.
Finalmente, sostuvo que la interacción entre la Facultad y organizaciones que promueven la inclusión “reafirma el compromiso con el entorno social y brinda a los estudiantes universitarios la posibilidad de aplicar sus conocimientos en contextos reales, fortaleciendo el vínculo entre la teoría, la práctica y la sensibilidad social”.







