River Plate se prepara para recibir nuevamente a un jugador que dejó huella en su historia reciente: Juan Fernando Quintero. El colombiano regresa para protagonizar su tercer ciclo en el club, cargado de simbolismo y emociones. En esta nueva etapa, el enganche vestirá el dorsal número 10, heredero de leyendas como Norberto “Beto” Alonso, Ariel “Burrito” Ortega y Marcelo “Muñeco” Gallardo.
Un número con historia, una vuelta con sentido
La camiseta número 10 de River no es cualquier dorsal. Es un estandarte de talento y liderazgo que durante el último período fue propiedad de Manuel Lanzini. Con su regreso ya oficializado, Quintero la portará nuevamente en este nuevo capítulo de su carrera, posiblemente el último, según anticipan desde su entorno.
Su llegada está prevista para la madrugada del jueves al aeropuerto de Ezeiza, donde comenzará una jornada intensa que incluirá la revisión médica y la firma de un contrato por tres años con el club.

El presente de Juanfer: vigencia y preparación
A sus 32 años, Quintero vuelve en plenitud física y futbolística. Se mantuvo en actividad durante el receso por el Mundial de Clubes, entrenando en Miami y Envigado junto a su preparador físico Julio César Murillo, el mismo que trabaja con Paul Pogba. Su última experiencia fue con América de Cali, donde disputó el 72% de los partidos como titular, pese a no recibir los pagos prometidos por el club colombiano. Además, su paso reciente por Racing —con el que conquistó la Copa Sudamericana— dejó un buen recuerdo y potenció su vigencia.
Transparencia y determinación
El retorno de Quintero no estuvo exento de gestos de caballerosidad. Antes de concretar su regreso a Núñez, el futbolista se comunicó personalmente con Racing para informarles que el acuerdo informal que habían sellado en diciembre quedaría sin efecto. Una muestra de respeto y profesionalismo.
Lo que River gana con su regreso
River necesitaba un futbolista de su clase: un enganche que interprete con inteligencia táctica los momentos del partido y aporte desequilibrio en el último tercio. Juanfer es especialista en eso: pases filtrados, cambios de frente precisos y una técnica individual que puede abrir defensas cerradas. Su retorno también llena un vacío simbólico tras la salida de Lanzini, que no logró consolidarse en su segunda etapa salvo por su gol memorable en la Bombonera.
En Núñez ya se habla del “factor ilusión” que Juanfer trae consigo. Será el jugador franquicia que aporte experiencia, liderazgo y talento, elevando las expectativas tanto dentro como fuera de la cancha.