En una jornada de Inferiores en Paclín, el fútbol dejó una gran enseñanza fuera del ámbito táctico y reglamentario. Mientras La Merced e Independiente de San Antonio disputaban su encuentro bajo la lluvia y el frío, un imprevisto amenazó con marginar a un jugador del partido: su botín de fútbol se rompió, dejándolo sin la posibilidad de seguir compitiendo.
Fue entonces cuando el árbitro Darío López demostró que el deporte es más que reglas y decisiones arbitrales. En un acto de solidaridad y compromiso con el juego, López decidió cederle su propio calzado al jugador afectado para que pudiera continuar en el campo. Un gesto que no solo permitió la continuidad del partido, sino que también reflejó el espíritu del fútbol como un espacio de humanidad y apoyo mutuo.
Este episodio no pasó desapercibido para los presentes, quienes reconocieron la noble acción del referí con aplausos, destacando que más allá de los resultados y de las decisiones arbitrales, el fútbol es una comunidad en la que deben primar el compañerismo y la empatía. Sin duda, el gesto de López quedará marcado como un ejemplo de solidaridad en el deporte.

