Luego de la eliminación frente a Racing y de un trimestre que el propio Marcelo Gallardo calificó como “pésimo”, en River Plate se aproxima una profunda renovación del plantel de cara a la temporada 2026. El entrenador adelantó que “mañana ya me pondré a trabajar”, en referencia a una depuración que incluirá salidas de históricos, futbolistas que no renovarán y otros que quedarán en condición de transferibles.
La lista, que ya era amplia antes del clásico, se amplió aún más tras otro golpe en un cierre de año para el olvido. Por estas horas, hay diez jugadores con chances concretas de dejar Núñez, aunque no se descarta que surjan más nombres.
Futbolistas que finalizan contrato y se irán libres: Enzo Pérez (la única duda), Milton Casco, Ignacio Fernández, Gonzalo Martínez, Miguel Borja y Federico Gattoni (finaliza su préstamo desde Sevilla).
En este grupo aparecen referentes con destacada trayectoria en el club. El único caso a resolver es el de Enzo Pérez, quien podría continuar si acepta un rol secundario y una menor cantidad de minutos. Para el resto, su salida está prácticamente definida.
Jugadores por los que River escuchará ofertas: Paulo Díaz, Fabricio Bustos, Facundo Colidio y Sebastián Boselli.
Estos cuatro futbolistas quedaron “en vidriera” por distintos motivos: edad, posibilidad de dejar ganancias económicas y un presente irregular que los vuelve prescindibles. En especial, Colidio transita un año de altibajos marcado por lesiones, falta de continuidad y rendimiento por debajo de las expectativas. Pese a que renovó contrato en julio por cinco años y posee una cláusula de 100 millones de dólares, hoy River está dispuesto a negociarlo.
En los casos de Paulo Díaz, Bustos y Boselli, una oferta satisfactoria podría sellar sus salidas en el próximo mercado de pases.
El caso Galoppo: una incógnita abierta
La situación de Giuliano Galoppo merece un apartado especial. Su continuidad depende de una negociación con San Pablo, ya que River no cumplió los objetivos para activar la obligación de compra. La cláusula exigía que el mediocampista disputara 45 minutos en al menos la mitad de los partidos del año. De los 53 encuentros jugados, llegó a ese tiempo en 26: quedó al límite. De haber existido alargue frente a Racing, el club se hubiera visto obligado a adquirir su pase.
Con este panorama, River se encamina hacia una renovación profunda que marcará el inicio de un nuevo ciclo deportivo, mientras Gallardo y la dirigencia terminan de definir el futuro inmediato del plantel.







