El seleccionado argentino de rugby seven concluyó su participación en la etapa del Circuito Mundial disputada en Dubái con un sabor agridulce: un octavo puesto que deja más preguntas que certezas en el arranque de una temporada clave, marcada por el recambio generacional y la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Los dirigidos por Santiago Gómez Cora sufrieron dos derrotas consecutivas en la jornada final del torneo. Primero, cayeron por un ajustado 31-28 frente a España, en un duelo que evidenció falencias defensivas y falta de contundencia en momentos clave. Luego, en el partido por el séptimo puesto, no pudieron revertir la situación y fueron superados por Gran Bretaña 24-19, en otro encuentro parejo que se escapó en los minutos finales.
Más allá del resultado, el paso por Dubái dejó en claro que el nuevo ciclo del equipo argentino requerirá tiempo, trabajo y paciencia. Con varios nombres jóvenes en el plantel y la intención de construir una base sólida de cara al próximo ciclo olímpico, el cuerpo técnico apuesta a un proceso de crecimiento sostenido que permita recuperar el protagonismo internacional.
El próximo desafío para Los Pumas 7’s será en Ciudad del Cabo, donde buscarán ajustar piezas, fortalecer su identidad de juego y volver a meterse entre los mejores del circuito. El camino hacia Los Ángeles 2028 ya comenzó, y cada torneo será una oportunidad para evolucionar.
