En un verdadero partidazo que mantuvo a todos al borde del asiento, el seleccionado argentino juvenil de rugby se quedó con el tercer puesto del Mundial Sub 20 de Rugby disputado en Italia, tras derrotar por 38 a 35 a Francia. El equipo dirigido por Nicolás Fernández Miranda coronó así una actuación brillante, repleta de entrega, resiliencia y talento, que quedará grabada en la historia del deporte nacional.
La victoria significó mucho más que una medalla: fue también una revancha deportiva, luego de haber caído ante los franceses por un contundente 52-26 en la fase de grupos. Esta vez, Los Pumitas ajustaron piezas, redoblaron esfuerzos y mostraron carácter ante uno de los equipos más sólidos del certamen.

Una actuación consagratoria
Con una ofensiva potente y una defensa aguerrida, Argentina logró plasmar en el marcador la entrega de cada jugador. Los tries fueron anotados por Diego Correa, Álvaro García Iandolino (en dos oportunidades), Nicolás Cambiasso, Pascal Senillosa y Jerónimo Otaño, sellando el resultado que los ubicó en el podio mundial.
La paridad del partido reflejó la intensidad y el nivel de juego: ambos seleccionados se intercambiaron el liderazgo en el marcador hasta que finalmente los argentinos impusieron su juego en los minutos decisivos.
Repetición de un hito histórico
Con este triunfo, Argentina iguala su mejor actuación histórica en mundiales juveniles, alcanzando nuevamente el tercer puesto conseguido en 2016, en aquella edición celebrada en Inglaterra. Este resultado pone en relieve el crecimiento sostenido del rugby juvenil argentino y el trabajo de una camada que apunta a ser protagonista también en el futuro del seleccionado mayor.
Declaraciones y proyección
El entrenador Fernández Miranda destacó la fortaleza mental del grupo y su capacidad para sobreponerse a momentos adversos. «Este equipo tiene alma», dijo tras la consagración. Por su parte, varios jugadores se mostraron emocionados, subrayando el orgullo de vestir la celeste y blanca y representar al país en una competencia de alto nivel.
La actuación de Los Pumitas deja una huella en el rugby argentino, y abre una nueva etapa para talentos que seguramente seguirán brillando en los clubes y seleccionados nacionales.