Pie de Ángel: Di María iluminó el clásico rosarino con un gol para la historia

En una tarde cargada de emoción y simbolismo, Ángel Di María se convirtió en el héroe absoluto del clásico entre Rosario Central y Newell’s Old Boys, disputado en el Gigante de Arroyito por la sexta fecha del Torneo Clausura 2025. El campeón del mundo rompió el cero con un golazo de tiro libre a los 36 minutos del segundo tiempo, sellando el 1-0 definitivo que desató la euforia auriazul.

Un clásico que se definió por una obra de arte

El partido había sido trabado, áspero y sin grandes emociones. Cuando todo parecía encaminado hacia un empate sin goles, Di María tomó la responsabilidad de una pelota parada desde unos 25 metros, perfilado para su zurda mágica. Con precisión quirúrgica, el disparo superó la barrera y se colgó del ángulo izquierdo del arco defendido por Juan Espínola.

El Gigante estalló. Di María corrió hacia la tribuna, se sacó la camiseta en un festejo cargado de emoción y recibió una ovación que lo dejó al borde de las lágrimas. Minutos después, fue reemplazado por Ariel Holan para recibir una nueva ovación, esta vez desde todos los rincones del estadio.

Un triunfo con sabor a revancha

  • Primera victoria de Di María ante Newell’s en un clásico, saldando una cuenta pendiente desde sus inicios en el club.
  • Rosario Central estira su ventaja en el historial, con 97 triunfos contra 77 de la Lepra.
  • Newell’s no gana el clásico desde 2022 y sigue sin poder revertir la tendencia en los duelos directos.

Cambios y momentos clave

  • Luciano Lollo fue expulsado a los 39 minutos del segundo tiempo, dejando a Newell’s con diez hombres.
  • Darío Benedetto debutó en la Lepra, ingresando en los minutos finales sin poder cambiar el rumbo del partido.
  • Rosario Central, con este triunfo, se posiciona entre los mejores del torneo y sigue invicto como local.

El sueño cumplido

Tras el partido, Di María confesó: “Sufrí mucho hace un tiempo porque quería cumplir este sueño, disfrutar de esto con mi familia. No tengo palabras de agradecimiento”. Y cuando le preguntaron si le quedaba algo por lograr, respondió: “Sí, ser campeón con Central”.

El regreso de Fideo al club que lo vio nacer no solo trajo calidad futbolística, sino también una conexión emocional que se traduce en momentos como este: un gol que no solo definió un partido, sino que escribió una página dorada en la historia del fútbol rosarino.

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