La misteriosa desaparición de los seis integrantes de la familia Gill en 2002 vuelve a cobrar relevancia en Entre Ríos. El abogado Marcos Rodríguez Allende se sumó a la querella para representar a los familiares de Margarita Gallegos y exigir avances en una causa que permaneció sin resolverse desde el 13 de enero de aquel año.
Rubén “Mencho” Gill, Margarita Gallegos y sus cuatro hijos —María Ofelia (12), Osvaldo José (9), Sofía Margarita (6) y Carlos Daniel (2)— fueron vistos por última vez en el campo La Candelaria, en el departamento de Nogoyá. La investigación, con 18 cuerpos de expediente, ha sido calificada de compleja y polémica, y el abogado aseguró que trabajará para “obtener una respuesta para toda la familia y la sociedad entrerriana”.
Allende señaló que la principal hipótesis es que la familia nunca salió del campo y apuntó como sospechoso al propietario del predio, Alfonso Goette, fallecido en 2016, quien en su momento negó cualquier implicancia. El abogado enfatizó la necesidad de colaboración de los gobiernos nacional y provincial y revisará exhaustivamente el expediente para avanzar en la investigación.
El Ministerio de Seguridad de la Nación ofrece una recompensa de $12 millones a quienes puedan aportar información sobre el paradero de la familia, en un intento por resolver uno de los casos más enigmáticos y dramáticos de la historia policial de Entre Ríos.
