Fueron rescatados de un zoológico clandestino que operaba bajo la fachada de una “granja de campo” en Carlos Keen, partido de Luján, provincia de Buenos Aires.
El operativo fue llevado a cabo por el Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA), en el marco de una investigación por tráfico y tenencia ilegal de fauna silvestre.
La investigación se inició en abril del año pasado tras una denuncia anónima que alertaba sobre la presencia de monos, guacamayos, carpinchos y ciervos en condiciones precarias en una propiedad de Luján. Luego de una exhaustiva tarea de campo y análisis de datos, se logró identificar una estancia en Carlos Keen que ofrecía al público un “típico día de campo” con juegos infantiles y un recorrido por una granja.
Dentro del predio, además de animales de granja, los investigadores hallaron un mono pincel, tres guacamayos, un carpincho, dos ciervos axis y dos ñandúes. Todos ellos se encontraban en “precarias condiciones de higiene y salubridad”. Se constató que estas especies son de tenencia prohibida en Argentina, se encuentran en peligro de extinción y están protegidas por la Ley de Protección de la Fauna Silvestre.
El lugar no contaba con habilitación para funcionar como zoológico ni poseía documentación que respaldara la tenencia legal de los animales. Con las pruebas recolectadas, el Juzgado de Garantías N° 1, a cargo de Marcelo Enrique Romero, ordenó un allanamiento en la finca ubicada en el kilómetro 4,5 del camino provincial a Carlos Keen.
Durante el procedimiento, los animales fueron rescatados y el propietario del establecimiento fue notificado de una causa en su contra por infracción a la Ley de Conservación de la Fauna. La fiscalía interviniente dispuso que las especies quedaran en el lugar en carácter de depositario judicial hasta que el organismo correspondiente, la dirección de Flora y Fauna, se hiciera presente para su traslado a un espacio propicio y seguro.
