Gracias a un operativo secreto coordinado entre organismos internacionales y autoridades argentinas, María Alexandra Gómez García y su hijo, Víctor Benjamín, pareja e hijo del gendarme argentino detenido Nahuel Gallo, lograron abandonar Venezuela y cruzar la frontera hacia Colombia. La operación se mantuvo en absoluta reserva para proteger la seguridad de los involucrados y se concretó en un contexto de creciente represión por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Gómez García y su hijo residían en el estado Anzoátegui junto a la madre de ella, pero la situación se volvió insostenible: sin recursos económicos ni documentos de viaje, cualquier salida legal del país era imposible. El operativo, llevado adelante con extrema discreción, se desarrolló mientras se intensifican las detenciones arbitrarias de opositores y ciudadanos extranjeros por parte del gobierno venezolano.
La detención de Nahuel Gallo —gendarme argentino arrestado en Caracas tras cruzar desde Colombia por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander— ha generado preocupación diplomática y humanitaria. Desde su detención, su contacto con el exterior ha sido prácticamente nulo. La última comunicación con su pareja fue el 8 de diciembre, a través de un teléfono prestado. Hasta ahora, la única prueba de vida son un video y algunas fotos donde se lo ve con ropa de preso, presuntamente tomadas en la cárcel de El Rodeo.
Gobiernos como los de Argentina, Estados Unidos y Ecuador han expresado su preocupación por el caso y han exigido el fin de las detenciones arbitrarias, además de advertir a sus ciudadanos sobre los riesgos de viajar a Venezuela.
Por su parte, Griselda Heredia, madre de Gallo, manifestó su sorpresa y angustia al enterarse del escape de Gómez García a través de los medios. “Me estoy desayunando con el tema porque no sabíamos nada”, declaró en una entrevista con DNews. “Si a ella la liberan, ¿en qué situación queda mi hijo?”, expresó con visible conmoción.
Heredia también cuestionó el accionar del gobierno argentino: “Bullrich no nos avisó nada, y soy la mamá, por favor… Me preocupa en qué situación queda mi hijo ahora. Estamos con la misma angustia que el día que Nahuel entró a Venezuela.”
Además, reveló que la relación con Gómez García está cortada desde hace tiempo: “Cuando dije que ella no es la esposa, la señora se ofendió tanto que nos bloqueó a toda la familia. Así que no sabemos nada ni vamos a tener información por parte de ella.”
Mientras la familia del gendarme permanece en incertidumbre y espera avances en su liberación, la presión internacional sigue aumentando para que el gobierno venezolano garantice su integridad física y proceda a su inmediata liberación.
