El uso cotidiano de botellas plásticas de un solo uso está cada vez más cuestionado por expertos en salud y medio ambiente. Estudios científicos recientes advierten sobre los riesgos asociados a reutilizar estos envases más de una o dos veces, debido a la liberación de sustancias tóxicas y al crecimiento de bacterias en su interior.
Químicos peligrosos en envases plásticos
Investigaciones internacionales alertan sobre la presencia de compuestos como el bisfenol A (BPA) y los ftalatos, ambos vinculados con alteraciones hormonales y problemas de salud como infertilidad, trastornos del desarrollo, cánceres hormonodependientes y debilitamiento del sistema inmunológico. En varios países, estas sustancias ya han sido prohibidas en envases de alimentos y bebidas.
El doctor Nicolás Olea, catedrático de la Universidad de Granada, explicó que los plásticos pierden estabilidad con el uso, y sus componentes pueden migrar al líquido que contienen, especialmente bajo condiciones de calor o exposición solar.
Los disruptores endocrinos y su impacto hormonal
Los disruptores endocrinos presentes en muchos plásticos tienen la capacidad de alterar el equilibrio hormonal. Estos compuestos pueden afectar hormonas sexuales, del crecimiento, del metabolismo e incluso el desarrollo neurológico. Además del BPA y los ftalatos, se identificaron sustancias como bisfenol S, bisfenol F, retardantes de llama, parabenos y benzofenonas, todos con potencial tóxico acumulativo.
Riesgos higiénicos de reutilizar botellas
Más allá de los químicos, también hay un riesgo bacteriológico. El uso repetido de botellas plásticas puede provocar grietas y microabrasiones donde se acumulan bacterias. Un estudio del Canadian Journal of Public Health reveló que el 70% de las botellas reutilizadas tenían niveles de bacterias superiores a lo recomendado para agua potable.
Recomendaciones para reducir riesgos
Para minimizar los efectos negativos de los plásticos en la salud, los expertos recomiendan:
- No reutilizar botellas de plástico de un solo uso.
- Evitar calentar bebidas o alimentos en recipientes plásticos.
- Almacenar líquidos en botellas de vidrio o acero inoxidable.
- Evitar consumir de botellas que hayan estado expuestas al sol o al calor.
- Optar por alternativas reutilizables y sostenibles, como envases de vidrio, cerámica o porcelana.
Revisar los hábitos de consumo y elegir opciones más saludables no solo ayuda al medioambiente, sino también a proteger tu salud a largo plazo.