El enigma del Triángulo de las Bermudas, cargado durante décadas de teorías conspirativas que hablan de extraterrestres o portales a otras dimensiones, podría tener una explicación más racional: un fenómeno natural vinculado a las condiciones extremas del océano.
El Dr. Simon Boxall, experto en océanos de la Universidad de Southampton, asegura que las gigantescas olas que se forman en esta región del Atlántico serían responsables de muchos de los incidentes atribuidos al misterio. Estas “olas monstruo”, que pueden superar los 30 metros de altura, son abruptas, empinadas y capaces de hundir grandes embarcaciones en cuestión de minutos.
Las olas monstruo: un fenómeno peligroso
Estas olas surgen de manera repentina, incluso desde diferentes direcciones, y todavía no se comprenden del todo. Según Boxall, la acumulación de energía de varias tormentas podría ser una de las causas principales de su formación.
Los barcos grandes, como el USS Cyclops —desaparecido en 1918 con más de 300 tripulantes a bordo—, son especialmente vulnerables si quedan atrapados entre dos picos de ola. Para probar la teoría, el equipo de Boxall construyó una réplica del Cyclops y simuló el impacto de una ola gigante. El resultado fue contundente: la nave se partió en dos casi de inmediato, lo que explicaría la ausencia de señales de emergencia y de restos flotantes tras su desaparición.
Un mito con base natural
Si bien el Triángulo de las Bermudas ha despertado un enorme interés entre curiosos y amantes del misterio, organismos como la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU.) y aseguradoras como Lloyd’s de Londres sostienen que los riesgos en la zona no son mayores que en otras rutas marítimas de alto tráfico.
La particular geografía del Caribe, sus aguas poco profundas y los bruscos cambios climáticos podrían explicar las condiciones que favorecen la aparición de estas olas destructivas. De este modo, el mito del Triángulo podría tener una explicación científica y natural, alejada de lo sobrenatural.